Coge esa coctelera que tienes muerta de asco en el armario de la cocina, ábrela y échale dentro un poco de punk, mucho de gótico, unas pizcas de grunge y lo mínimo que quepa de rockabilly. Súbete a un skateboard y mientras recorres las calles de tu cuidad, agítalo con furia. El resultado obtenido es un Emo. Una vez dispuesto ante ti, le peinas con flequillo hacia adelante, le incorporas una camiseta negra ceñida y unos pantalones entubados con los bolsillos hacia fuera y, ala, ya puedes recibir el diploma de experta en vestir Emos. Amiga, acabas de dar forma a otro de los muchos individuos que pueblan esta moda suburbana nacida en los años 90 y que causa furor entre los jóvenes. Pero vestir Emos no se limita a esos pasos, hay más tal y como demuestran estos oscuros juegos de vestir Emos, donde ponen a tu disposición un montón de complementos más como sombreros -negros, claro-, camisas descamisadas y… ¿un parche?. En fin, las posibilidades son infinitas, tanto como los oscuros tonos de los juegos de vestir Emos.
