¿Cómo debe ser jugar al
clásico Arkanoid pero desde el interior de un volcán, con la lava ardiente bien cerca desprendiendo calor? Pues adivínalo jugando a este juego adictivo en el que, como es ya toda un delicioso ritual, debes ir destruyendo los
bloques lanzando una
bola y procurando hacerla revotar cada vez que vuelva hacia ti. Nada nuevo, pero sí muy
divertido.