Un coche deportivo. Una carretera asfaltada llena de tráfico. Y un puñado de monedas. Estos son los ingredientes esenciales de un juego en el que tendrás que
correr, cada vez más, evitando colisionar mientras recoges los preciados
objetos dorados. Ocasionalmente podrás servirte de una
burbuja protectora, pero no durará mucho.