El cubo rojo con cara de
cerdito enfadado es el que debes evitar. Por el contrario, el resto de cubos de distintos colores son los que han de ser salvados y puestos a buen recaudo dentro de la caja verde. El único modo de conseguirlo es haciendo desaparecer las estructuras que lo sujetan todo y esperar que la gravedad se incline hacia el lado correcto.