Ni tan siquiera durante la festividad de Halloween el
arquero se toma un descanso. Situado en lo alto de su torre, debe impedir que los enemigos logren destruirla. Tendrá que apuntar con precisión y lanzar la
flecha. Si logra acertar en la cabeza de lleno, se lleva una moneda y una espectacular secuencia a cámara lenta de regalo.