El bosque está infestado de mortíferos
dragones lanzadores de fuego. Para evitar que te conviertan en brasas tendrás que calcular bien distancia y curvatura y lanzar tu lanza contra ellos. Uno detrás de otro. Cuantos más
dragones aniquiles, mayor será la cantidad de puntos obtenidos. Pero si fallas, acabarás carbonizado.