Juegos de Pong hay muchos, pero ninguno como este. Aunque las reglas son las habituales, rebotar el balón e intentar marcar en el lado contrario, aquí todo el juego lo disfrutas en tres dimensiones y con un sentido de la profundidad considerable. El contrincante no lo tienes a un lado de la pantalla. Está al fondo. Pero eso no te esgrime de tener que puntuar sea como sea.