Terrenos pantanosos, pedruscos traicioneros, pendientes vertiginosos, caminos imposibles. Nada es lo suficientemente peliagudo para que el adicto al motocross se calce su colorido mono, se acople el casco al cabestro y parta para la aventura precedido por el inconfundible rugir del tubo de escape. Giros bruscos, derrapes mortales, saltos por los aires, el polvo se levanta, el barro salpica la visera, colina arriba, colina abajo, serpenteando entre las marismas, caes, te pringas completamente, te levantas, nada puede contigo y nada importa, vas a domesticar el terreno y vas a vencer en los juegos de motocross. Indomables e imparables, las motos de motocross son pura rebeldía sobre ruedas. Y al igual que estas se aferran al terreno con sus dientes hambrientos de emociones, tus dedos se fusionarán con el teclado de tu dispositivo mientras te pegas un viaje alucinante con los juegos de motocross. Esos desorbitados ojos tuyos no podrán creer lo que están viendo y viviendo. Siente en el espinazo lo mismo que gozan y sufren los adictos a tan noble y motorizado arte y, encima, sin ensuciarte la camisa.
