La madre besa a su hijo en la mejilla. El caballero de novela romántica besa a la princesa en la mano. Los esquimales se besan retozando sus narices. Y luego están los besos en la boca. Esos conllevan un sub apartado porque varían en función de la pasión aplicada, pero en términos generales son cosas del amor. De querer mucho al ser humano con el que conectas mediante una zona tan sensible como los labios. Lo que resumido vendría a decir que estos juegos de besos en la boca esencialmente giran en torno a parejas enamoradas. El beso que une es aquel que desconecta de su entorno a los implicados. Un beso rápido puede darse en cualquier lugar, pero uno en la boca, apasionado, mejor si se da en la intimidad, esperando que nadie moleste o interrumpa, porque entonces puede ser una situación muy incómoda. Y de eso van los juegos de besos en la boca, de poder proceder sin escandalizar a los paseantes, amigos o ex parejas. Tendrás que tener cuidado, pero no por ello descuidar el nivel de romanticismo necesario.
